Anisotropy of magnetic susceptibility studies in Tertiary ridge-parallel dykes (Iceland), Tertiary margin-normal Aishihik dykes (Yukon), and Proterozoic Kenora–Kabetogama composite dykes (Minnesota and Ontario)     

John P. Craddock  Bryan C. Kennedy  Avery L. Cook  Melissa S. Pawlisch  Stephen T. Johnston  Mike Jackson 《Tectonophysics》2008,448(1-4):115-124

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Geochemistry of the Mamil Choique granitoids at Rio Chico, Río Negro, Argentina: Late Paleozoic crustal melting in the North Patagonian Massif     

Mnica G. Lpez de Luchi  María Elena Cerredo 《Journal of South American Earth Sciences》2008,25(4):526-546

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Isotope geochemistry and geochronology of the Nico Pérez Terrane, Rio de la Plata Craton, Uruguay     

G. Mallmann  F. Chemale Jr.  J.N. vila  K. Kawashita  R.A. Armstrong 《Gondwana Research》2007,12(4):489-508

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Holocene intramontane lake development: A new model in the Jáchal River Valley, Andean Precordillera, San Juan, Argentina     

Ferran Colombo  Pere Busquets  Nuria Sole de Porta  Carlos Oscar Limarino  Nemesio Heredia  Luis Roberto Rodriguez-Fernandez  Joaquina Alvarez-Marron 《Journal of South American Earth Sciences》2009,28(3):229-238

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Characterization of Quaternary faults by electric resistivity tomography in the Andean Precordillera of Western Argentina     

Sabrina Y. Fazzito  Augusto E. Rapalini  Jos M. Corts  Carla M. Terrizzano 《Journal of South American Earth Sciences》2009,28(3):217-228

El río San Juan, situado en la Provincia de San Juan (Argentina) cruza la Precordillera y otras unidades geológicas incluyendo la Depresión de Ullum y la Zona de La Laja, entre las latitudes 31°S y 32°S. El curso del río tiene un cierto caracter antecedente como puede deducirse por sus dos trazas perpendiculares unidas por otra casi paralela a las alineaciones estructurales principales. En la zona de la Precordillera, el valle del río San Juan muestra numerosos abanicos aluviales, situados en las zonas de confluencia entre el río principal y sus tributarios. Las superficies de los abanicos aluviales cuaternarios estan cortadas por una serie de escalones que consideramos como terrazas aluviales generadas por episodios repetitivos de agradación y degradación. El sector estudiado incluye una zona con una importante actividad sísmica reciente(La Laja), otra sin una importante actividad sísmica reciente (Precordillera), y una zona subsidente (Ullum) donde se formó un gran lago natural hace unos 6500 años. El antiguo río San Juan fue capturado por el valle de la Quebrada de Ullum mediante una incisión del orden de 25 m, que implicó una nueva adecuación del gradiente del río mediante los efectos de la erosión remontante. El gradiente del río San Juan muestra algunas irregularidades que, aunque no se presenten relacionadas directamente con las estructuras principales, estan relacionadas con la propia dinámica fluvial que acentúa la diferenciación litológica. La anchura del valle del río principal, la geometria y el gradiente de cada tributario, junto a las litologias del basamento y a las dimensiones de cada area fuente local, son los factores principales que controlan los procesos de la generación de las terrazas aluviales. En la zona de La Laja, donde la terraza mas alta soporta un nivel de travertino, la datación de los depósitos travertínicos proporciona datos como para suponer una tasa de incisión del orden de 0,9–1 mm/año, asociada a la actuación periódica de la falla de La Laja.

Mineralizing fluids of the shallow epithermal Au–Ag deposits of the El Barqueño district, Jalisco, Mexico     

Antoni Camprubí  Eduardo Gonzlez-Partida  Alexander Iriondo 《Journal of Geochemical Exploration》2006,89(1-3):39

La composición de elementos trazas y de isótopos de las secuencias magmáticas del terciario inferior en dos localidades de la Sierra Madre Occidental al norte de México, muestran una variación que manifiesta la composición y la edad del basamento por el cual fueron eyectadas. La corteza subyaciente en San Buenaventura corresponde a la parte asociada al basamento Norte Americano, en cambio en El Divisadero, la corteza subyaciente correspondería a los terranos alocthonos acrecionados durante el Mesozoico.En estas localidades las rocas volcánicas aparecen fuertemente diferenciadas, variando en su composición de basáltica a riolítica (SiO₂=50–76%). Las secuencias erupcionadas en los terranos de acreción presentan la más baja dispersión en su cociente isotópico, con un cociente mínimo inicial de Sr (>0.7044, corregido por la edad), y máximo de Nd (<0.5126) y de Pb (²⁰⁶Pb/²⁰⁴Pb 18.9).Los cocientes isotópicos correspondientes a la serie continental presentan una dispersión variable y una distribución fuera de la serie de los terranos hacia la composición más típica de la corteza antigua (⁸⁷Sr/⁸⁶Sr 0.710 y ¹⁴³Nd/¹⁴⁴Nd 0.5123). Las rocas volcánicas de la zona continental, muestran valores relativamente altos en elementos incompatibles en comparación con las rocas de los terranos acrecionados (Ce/Yb=25–45 vs. 13–33, respectivamente), y al mismo tiempo están empobrecidos en algunos elementos incompatibles como U y Rb (p.e. Th/U=3.8–7.5 vs. 2.5–4.0, respectivamente), lo cual indica una posición estratigráfica superior, con cocientes de ⁸⁷Sr/⁸⁶Sr, ²⁰⁸Pb/²⁰⁴Pb, y Th/U más altos, y ¹⁴³Nd/¹⁴⁴Nd más bajos.Los resultados tienen implicaciones sobre la composición original y la petrogénesis de las rocas volcánicas. Los cocientes isotópicos de los dos lugares revelan una composición que se sitúa entre las rocas de composición máfica de la Sierra Madre Occidental y los xenolithos intermediarios y félsicos característicos del norte de México o del sud-oeste de los Estados Unidos de América. La relación entre los cocientes isotópicos de las secuencias y la edad del basamento, así como el hecho de que la totalidad de los resultados obtenidos presenten una disposición bien definida, demuestran la fuerte contribución de la corteza en la química de los magmas silicatados. En la serie continental los cocientes de isótopos covarían con los cocientes de Th/Pb y U/Pb, aproximándose a la composición observada en los xenolithos intermediarios y en las rocas de composicion félsica. Esto indica claramente que no se trata de una fusión anatéxica de la corteza inferior, sino más bien de una interacción del magma basáltico del manto y la corteza. La contribución de la corteza es del orden de 20–70%. La estrecha variación del cociente isotópico en la zona de la secuencia de terranos acrecionados refleja la interacción del magma basáltico con una corteza relativamente joven, cuya composición isotópica es similar a los magmas derivados del manto. Los altos cocientes de Th/U y de Th/Rb indican que la contaminación de la corteza tiene lugar en su parte inferior. Además, los cocientes menos radiogénicos de ²⁰⁶Pb/²⁰⁴Pb y ²⁰⁷Pb/²⁰⁴Pb en la serie continental indican que el empobrecimiento de elementos fuertemente incompatibles en la corteza inferior corresponde a un rasgo antiguo. Los cambios seculares de los cocientes isotópicos de la sección estratigráfica indica que la contribución de la corteza superior aumenta con el tiempo, predominando al principio una corteza inferior máfica y, más tarde, una corteza intermediaria de rocas félsicas. Analizando rocas volcánicas externas a las dos secciones fuertemente muestreadas, las diferencias obtenidas en su composición isotópica de las rocas volcánicas, los terranos acrecionados y el basamento antiguo permiten deducir la localización del límite corteza continental-corteza oceánica.

Earthquake recurrence on the Calaveras fault east of San Jose, California     

Charles G. Bufe  Philip W. Harsh  Robert O. Burford 《Tectonophysics》1979,52(1-4)

Occurrence of small (3 M_L < 4) earthquakes on two 10-km segments of the Calaveras fault between Calaveras and Anderson reservoirs follows a simple linear pattern of elastic strain accumulation and release. The centers of these independent patches of earthquake activity are 20 km apart. Each region is characterized by a constant rate of seismic slip as computed from earthquake magnitudes, and is assumed to be an isolated locked patch on a creeping fault surface. By calculating seismic slip rates and the amount of seismic slip since the time of the last significant (M 3) earthquake, it is possible to estimate the most likely date of the next (M - 3) event on each patch. The larger the last significant event, the longer the time until the next one. The recurrence time also appears to be increased according to the moment of smaller (2 < M_L < 3) events in the interim. The anticipated times of future larger events on each patch, on the basis of preliminary location data through May 1977 and estimates of interim activity, are tabulated below with standard errors. The occurrence time for the southern zone is based on eight recurrent events since 1969, the northern zone on only three. The 95% confidence limits can be estimated as twice the standard error of the projected least-squares line. Events of M 3 should not occur in the specified zones at times outside these limits. The central region between the two zones was the locus of two events (M = 3.6, 3.3) on July 3, 1977. These events occurred prior to a window based on the three point, post-1969 slip-time line for the central region.   相似文献